Blogia
humanista

Primeros intentos

El primero

Creo que este podría considerarse el primer artículo "libre" de mi weblog. Me refiero a que ya no tengo la obligación de escribir, ni de abrir, ni de contraseñear, ni de pensar por pensar (cosa nunca sana según dicen)... en fin, que soy libre y como tal elijo escribir.
Hoy ha tenido lugar en el transcurso de mi tarde un acto muy común en la vida de todo aquel que forme parte de una colectividad. He formado parte en la elección de un representante (en el sentido más amplio de la palabra). Me he quedado impresionada de la parafernalia que hay que seguir en estos casos. Resulta chocante especialmente cuando se compara con el nivel de importancia que se le otorga a otros acontecimientos (y hablo siempre en general) que, desde mi humilde punto de vista, no carecen en absoluto del "nivel de necesidad para una continuidad satisfactoria de lo que sea" suficiente para elevarlos a nivel quasi-religioso. Pero ahí está, el todopoderoso "juicio subjetivo superior" que determina qué, cómo y por qué sin sentirse, en absoluto, en la necesidad de dar explicaciones a nadie. Nadie. Y así está la cosa. Hacemos lo que hay que hacer, como hay que hacerlo y porque sí, porque simplemente hay que hacerlo. Y luego nos quejamos. Y no pasa nada de nada. Y lo volvemos a hacer porque hay que hacerlo. Y así continuamente, sin que este terrible círculo vicioso tenga el más mínimo de los rasguños. En fin, irónica libertad la nuestra.

Un comienzo

De momento, la verdad, no tengo demasiado que decir. Esta es la prueba de que soy capaz, a pesar de mi inutilidad reconocida para con los ordenadores, de hacer mi propia weblog. Tiempo al tiempo que habrá cosillas interesantes.
Un saludo
¡No hay derecho!